¿Sabías que en Colombia tener un carro es mucho más caro de lo que parece?
El precio inicial puede aumentar hasta un setenta por ciento solo por impuestos.
El IVA del diecinueve por ciento, el impuesto al consumo que llega hasta el dieciséis por ciento y los aranceles de importación que pueden ser del treinta y cinco por ciento inflan los precios considerablemente, especialmente si el carro es importado.
Esto convierte al carro en un lujo para muchos colombianos. Estos impuestos se justifican como una medida para recaudar fondos para infraestructuras y reducir el tráfico y la contaminación.
Sin embargo, la realidad es que, para la mayoría, tener un carro es un reto económico.
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