Cuando el gobierno intentó subir los precios del combustible, los camioneros estallaron en huelga. Se bloquearon carreteras y ciudades como Bogotá y Medellín quedaron paralizadas. Incluso, empezaron a faltar alimentos.
El problema es este: durante años, el gobierno mantuvo los precios del diésel bajos para ayudar a los camioneros, pero esos subsidios crearon un déficit de $14 billones de pesos. En 2023, el gobierno tuvo que usar $29 billones de pesos solo para mantener el sistema a flote.
El gobierno de Gustavo Petro dijo que era necesario recortar estos subsidios para reducir la deuda y financiar la educación y la salud. Pero para los camioneros, esta subida de precios ponía en riesgo sus negocios.
Después de cinco días de caos, se llegó a un acuerdo para aumentar los precios gradualmente. Pero la gran pregunta sigue siendo: ¿cómo enfrentará Colombia este enorme problema financiero?