El sistema de impuestos de Colombia está dañado: divagaciones de un gringo

Amo a Colombia. La gente es trabajadora, los recursos son abundantes, y hay un potencial no explotado por todas partes. Por eso es frustrante ver un sistema de impuestos que está frenando al país. Si Colombia quiere crecer, necesita arreglar su sistema tributario. Aquí te explico qué está mal y qué debe hacerse.

  1. Los números lo dicen todo

Colombia recauda un poco menos de 300 billones de pesos al año en impuestos (alrededor de 75 mil millones de dólares). Eso suena como mucho, pero no lo es. El sistema podría recaudar mucho más si fuera más justo y eficiente. Ahora mismo, solo unos 7 millones de personas—menos del 20% de la población—pagan impuestos sobre la renta. Eso significa que el 80% no contribuye nada. Esto es insostenible.

  1. El peso cae sobre unos pocos

Las grandes empresas llevan casi toda la carga. El 85% de los ingresos tributarios provienen de las grandes corporaciones. Solo 3400 empresas pagan el 67% de todos los impuestos. Mientras tanto, muchas empresas y profesionales del sector informal pagan poco o nada. Esto deja a un grupo pequeño de negocios y empleados formales soportando casi toda la carga.

  1. El sistema es demasiado complicado

El código tributario de Colombia tiene casi 1000 artículos. Es demasiado complicado y, a pesar de las reformas frecuentes, nada ha cambiado donde más importa. Las mismas personas son gravadas una y otra vez, mientras que las lagunas y las ineficiencias permiten que otros eviten contribuir.

  1. La evasión está en todas partes

La evasión de impuestos está por todos lados. Negocios y profesionales—peluqueros, veterinarios, médicos, incluso los peajes—muchas veces evitan emitir recibos o prefieren los pagos en efectivo. Hay enormes huecos en el sistema por donde el dinero pasa desapercibido, lo que aumenta la presión financiera sobre los que sí pagan.

Oportunidades perdidas

Colombia tiene potencial, pero su sistema de impuestos la está frenando. Con una mejor recolección de impuestos, el gobierno podría financiar infraestructura, mejorar los servicios públicos y fomentar el crecimiento económico. Pero eso no va a pasar si el sistema sigue roto.

Es hora de un cambio real

Colombia no necesita otra ronda de reformas tributarias superficiales. Necesita una reforma completa. Hay que enfocarse en ampliar la base de contribuyentes, no en castigar a las mismas personas cada vez. Hay que tomar medidas serias contra la evasión de impuestos, hacer cumplir las reglas y responsabilizar a las personas. No hace falta endeudarse sin fin si el país puede recaudar lo que legítimamente le corresponde.